sábado, 23 de agosto de 2008

Lectura Nº 4. “El Movimiento Sindical Venezolano en la Época de la Mundialización: La Transición del “Puntofijismo” al “Bolivarianismo”.

El movimiento sindical venezolano contemporáneo se ha desarrollado en dos periodos históricos fundamentales: el de la década de los ´80, identificado como sindicalismo neocorporativo; y el de la década de los ´90, donde el neocorporativismo comienza a desintegrarse.

En la década de los ´80, el movimiento sindical venezolano estaba partidizado, le hacía propuestas al Estado, más no era parte de él. A partir del colapso financiero de febrero de 1.983, se rompe el modelo acumulativo y los salarios reales comienzan un declive que durará todo el periodo. El movimiento sindical sufre un fuerte retroceso por la política del Presidente Herrera Campins y con la intervención del Banco de los Trabajadores de Venezuela (BTV). Se produce una incapacidad para influir en la empresa en la determinación del precio de la fuerza de trabajo a través de la negociación colectiva, la cual lleva a la búsqueda de decretos y leyes de aumento de salarios y determinación de salarios mínimos, en su acción reivindicatoria del status social.

Posteriormente, en la década de los ´90, el proceso de neocorporativización se hace hegemónico y comienza a desintegrarse. El financiamiento de los sindicatos provenía del presupuesto público, por lo que esos fondos fueron fiscalizados, y aún así, se sostendrá el esquema sindical hegemónico. Se legitima la privatización de la seguridad social y la “flexibilización” del régimen de prestaciones sociales.


Para 1.998, al asumir Hugo Chávez la presidencia de la República, se modifica la Constitución, y se ataca el sindicalismo elitesco, a través de elecciones sindicales “desde el Estado”. La nueva Constitución establece en forma amplia las bases un régimen de libertad sindical, dejando entendido que el sindicato no es parte del Estado, que posee una autonomía sindical y que la democracia sindical será obra de los propios trabajadores.

Durante estas dos décadas de estudio, la actividad sindical fue altamente politizada, donde los líderes sindicales representaban a un partido político y no a los requerimientos de los trabajadores, los sindicatos fueron poco a poco sustituidos por organizaciones sociales colectivas que realmente se preocupan por el bienestar del trabajador, donde el Estado contribuye fuertemente en la consecución de este fin.

El estado venezolano como Estado Democrático, posee formas legítimas de garantizar la representatividad sindical, fundamental para el desarrollo de un mercado de trabajo sano, dejándole a los trabajadores y sus organizaciones la potestad de elegir a sus dirigentes.

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